Urgen expertos a cambiar de la agricultura tradicional a un sistema sostenible.

Ciudad Victoria, Tamaulipas.-Tras más de setenta años de trabajar en un esquema de agricultura que ya resulta obsoleto por la baja producción y el impacto al medio ambiente, es necesario cambiar a conceptos como la agricultura sostenible, aseguró la Dra. Erika Acosta Cruz al dictar la conferencia “Microorganismos: aliados de la agricultura sostenible”.

La charla se dio en el marco del Segundo Congreso Internacional de la Carrera de Químico Farmacéutico Biólogo (QFB), organizado por la Unidad Académica Multidisciplinaria Reynosa Aztlán (UAMRA) de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT).

La Dra. Erika Acosta Cruz, investigadora y especialista en Biomedicina y Biotecnología Molecular de la Universidad Autónoma de Coahuila, planteó la necesidad urgente de rescatar los sistemas de producción agrícola para evitar que los sistemas alimentarios colapsen en diez años.

Dijo que la agricultura es una actividad fundamental para la alimentación y constituye un sector muy importante a nivel nacional y mundial. Y señaló que a lo largo de la historia han sido adoptados diversos enfoques en las prácticas agrícolas. 

“A mediados del siglo pasado ocurrió un fenómeno llamado la ‘revolución verde’, que trató de la aplicación de un conjunto de técnicas innovadoras en la agricultura, entre las que se incluye la siembra de variedades mejoradas de cereales como trigo, maíz y arroz —más resistentes a climas extremos y a las plagas—, nuevos métodos de cultivo incluyendo la mecanización, así como el uso de fertilizantes, plaguicidas y riego por irrigación, que hicieron posible alcanzar altos rendimientos productivos”, relató la conferenciante.

Detalló que esto se hizo para combatir la malnutrición, pues el aumento demográfico era alarmante. Sin embargo, la producción se hizo dependiente del petróleo por los combustibles y demás insumos necesarios para la operación de la maquinaria agrícola, impactando de forma negativa al medioambiente. 

“El crecimiento de la población de las últimas décadas nos ha llevado básicamente al mismo punto: la insuficiencia alimentaria. El Objetivo de Desarrollo Sostenible número 2 de la ONU, que es ‘hambre cero’, definitivamente no se antoja alcanzable para el 2030, las estimaciones que hay en la actualidad indican que entre 290 y 700 millones de personas en el mundo padecen hambre”. 

De acuerdo con la especialista, de continuar esta tendencia, habría un aumento de sesenta millones de personas en esta situación en los próximos cinco años, y se rebasarían los 840 millones de personas en 2030.

“Estamos en una agricultura tóxica. Necesitamos una nueva revolución, pero que sea permanente, en la cual los hallazgos científicos se apliquen día a día.  Necesitamos una agricultura integral, sostenible y saludable”, subrayó.

Señaló que la agricultura sostenible debe garantizar la alimentación mundial y, al mismo tiempo, promover ecosistemas saludables y apoyar la gestión sostenible de la tierra, el agua y los recursos naturales. 

Agregó que hay bacterias útiles para estos fines, entre ellas las rizobacterias, que son promotoras del crecimiento vegetal y producen efectos tanto directos como indirectos. Entre los indirectos mencionó la solubilización del fosfato inorgánico, y entre los directos, la fijación de nitrógeno y la producción de hormonas vegetales, que estimulan la formación de raíces y absorción de agua, nutriente y mineral del suelo.

Investigadora de la UAT presenta en Tailandia estudio genético de las tortugas carey

La Dra. Fátima Camacho Sánchez, profesora e investigadora de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), destacó a nivel mundial al presentar en el 42 Simposio Internacional de Tortugas Marinas en Pattaya, Tailandia, su estudio titulado “Análisis genético de la tortuga carey (Eretmochelys imbricata) mediante secuencias de ADN mitocondrial en la península de Yucatán”.

La Dra. Camacho Sánchez, docente e investigadora en la Unidad Académica Multidisciplinaria Reynosa Aztlán (UAMRA), expuso esta investigación sobre la biodiversidad de las tortugas marinas en México, país que alberga seis de las siete especies existentes en el mundo, enfocándose particularmente en la tortuga carey, especie en peligro tanto a nivel nacional como global.

El estudio, presentado en el evento organizado del 24 al 29 de marzo de este año, atrajo la atención de una destacada comunidad internacional de biólogos marinos, profesionales ambientales, conservacionistas y académicos procedentes de sesenta países. Durante el evento, la Dra. Camacho Sánchez también participó en la reunión de especialistas de tortugas marinas de Latinoamérica, y en un curso-taller sobre sistemas de información geográfica (GIS), explorando su aplicación para el análisis y visualización de datos a través de mapas.

La investigación de la Dra. Camacho Sánchez reveló importantes hallazgos sobre la diversidad genética de las tortugas carey en México, especialmente en las regiones del Caribe y el Pacífico. Se identificaron cinco nuevos tipos genéticos que sugieren una mayor diversidad en el Caribe, y se señalaron posibles estrategias de conservación. Sin embargo, también se observó un aumento en la diversidad genética lo que indica un potencial crecimiento poblacional.

Además, se destacó la necesidad de proteger las poblaciones de tortugas carey, dada la limitada transferencia genética entre las poblaciones del Atlántico y el Pacífico. Estos resultados ofrecen una base sólida para el desarrollo de estrategias de conservación más efectivas, incluyendo la implementación de medidas de protección en áreas de migración y alimentación en el Caribe mexicano.

Actualmente, la Dra. Camacho Sánchez supervisa dos proyectos de tesis de licenciatura en la carrera de Químico Farmacéutico Biólogo de la UAMRA, ambos enfocados en la diversidad genética de plantas y crustáceos, mientras colabora en investigaciones sobre ciudades sostenibles e identificación de microorganismos en áreas industriales con el programa académico de Ingeniería Industrial. Además, trabaja en estrecha colaboración con la Dirección de Pesca y Acuacultura del Gobierno de Tamaulipas en proyectos para promover la sostenibilidad y conservación de los recursos marinos.

Su compromiso se extiende a la investigación de la diversidad genética de la tortuga verde y la tortuga lora en Tamaulipas, participando en la recolección de muestras durante las temporadas de anidación en Aldama, y colaborando como voluntaria en su protección. Es asesora en el Verano de la Investigación Científica y Tecnológica del Pacífico (programa Delfín), orientando a estudiantes de la UAMRA y de otras instituciones en proyectos relacionados con la biotecnología y la ingeniería biomédica, reflejando así el compromiso de la UAT con la excelencia académica y la investigación en pro del medioambiente y la sociedad.