Fortalece Tamaulipas atención humanitaria y gestión en favor de personas migrantes

Ciudad Victoria,  Tamaulipas.- En cumplimiento a la política humanista y de inclusión que impulsa el gobernador Américo Villarreal Anaya, el Instituto Tamaulipeco para el Migrante (ITM), dirigido por Juan José Rodríguez Alvarado, dio a conocer los principales resultados obtenidos durante el primer semestre del año en materia de atención y apoyo a personas migrantes, desplazadas, refugiadas y connacionales radicados en el extranjero.

De acuerdo a Rodríguez Alvarado, las acciones desarrolladas responden al compromiso del gobernador Américo Villarreal Anaya de consolidar un gobierno cercano, empático y comprometido con los sectores más vulnerables.

Entre los resultados más relevantes, destaca la capacitación de más de 3,400 servidores públicos de la Fiscalía General de Justicia del Estado, la Secretaría de Bienestar Social y la Secretaría de Seguridad Pública, en temas de derechos humanos y protocolos de atención migratoria. El objetivo es que las y los funcionarios actúen con sensibilidad, conocimiento y respeto en contextos de movilidad humana.

En paralelo, el ITM informó que 300 actas de doble nacionalidad fueron entregadas a niñas, niños y adolescentes nacidos en el extranjero, hijos de padres tamaulipecos, en los municipios de Ciudad Victoria, El Mante y Tampico. Con ello, se garantiza el acceso pleno a la identidad legal y los beneficios de la doble nacionalidad.

Asimismo, se logró la gestión de 130 pasaportes estadounidenses ante el Consulado General de Estados Unidos en Matamoros para menores nacidos en ese país, hijos de madres o padres originarios de Tamaulipas, lo que facilita su movilidad y regularización documental.

En el rubro de asistencia humanitaria, el instituto reportó la entrega de 277,412 porciones de alimentos en los albergues de Reynosa y Matamoros, beneficiando a migrantes, personas refugiadas y desplazadas en situación de vulnerabilidad.

En un esfuerzo por fortalecer el vínculo con la diáspora, se crearon cuatro clubes de tamaulipecos en Estados Unidos, conformados por personas originarias de Reynosa, Río Bravo y Matamoros. Estas agrupaciones promueven la identidad cultural, el sentido de pertenencia y la cooperación binacional.

El acceso a la educación también fue prioridad. Un total de 88 niñas, niños y adolescentes migrantes de diversas nacionalidades fueron incorporados al sistema educativo de nivel básico en la frontera, garantizando su derecho al aprendizaje y desarrollo.

Finalmente, el instituto gestionó 50 solicitudes de refugio para personas extranjeras ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), con sede en Matamoros y Reynosa, brindando acompañamiento jurídico y seguimiento a sus procesos.

“Estas acciones reflejan el compromiso de un gobierno que no deja a nadie atrás. Trabajamos para ofrecer soluciones concretas a quienes enfrentan situaciones difíciles, con base en el respeto a los derechos humanos y el trato digno”, señaló Rodríguez Alvarado.

Impulsa posada navideña procesos de reinserción en Centro para Adolescentes de Güémez

-Las piñatas fueron elaboradas por los propios adolescentes como parte de su proceso terapéutico

Güémez, Tamaulipas.– Como parte de las acciones orientadas a la reinserción social y al fortalecimiento del desarrollo integral de adolescentes en tratamiento, el Centro Regional de Ejecución de Medidas para Adolescentes de Güémez realizó una posada navideña dirigida a jóvenes con medidas privativas de la libertad.

La actividad, organizada en el marco de las celebraciones decembrinas, incluyó juegos recreativos, convivencia grupal y la hora de la comida compartida entre los adolescentes, el personal del Centro y la Dirección de Ejecución de Medidas para Adolescentes (DEMA).

Estas dinámicas permitieron generar un ambiente de cercanía, respeto y participación, enfocado en el fortalecimiento de habilidades sociales y emocionales.

Como cierre de la jornada, se realizó la tradicional ruptura de piñatas, las cuales fueron elaboradas por los propios adolescentes como parte de su proceso terapéutico y formativo.

Durante la convivencia, los jóvenes tuvieron la oportunidad de expresar sus emociones, compartir su sentir y externar buenos deseos, reflejando avances en su comunicación y en la construcción de proyectos de vida con una visión de futuro.